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Las redes sociales tuvieron un crecimiento importante a raíz de la pandemia. El pánico colectivo, que se presentó a inicios de 2020, obligó a miles de personas a resguardarse en sus casas por varios meses. La calle no era un lugar seguro para nadie. Ni siquiera la necesidad de adquirir víveres hizo que salieran en busca de productos para su consumo diario, en lugar de eso, empezaron a navegar en internet y se dieron cuenta de que la única manera de obtener bienes y servicios era mediante las redes.

Entonces las empresas replantearon sus modelos de negocio y se trasladaron al entorno digital. En ese momento, empezó una revolución, pues todos querían vender online. El proceso siempre era el mismo: creaban sus cuentas, publicaban productos y vendían, obteniendo los resultados esperados casi de inmediato. Eso hizo que muchas tiendas dejaran de trabajar en construir una identidad de marca, en ofrecer valores agregados y, cuando se dieron cuenta de que el encierro no sería eterno, de que las personas volverían a consumir en el exterior, desaparecieron. “Este es el principal motivo por el que, en algunos casos, no funcionan las estrategias digitales”, dice Beto Peña Pérez, gerente de eConsulting360, quien nos acompañó en #KmaleónExponencial, para hablarnos de la importancia de trabajar de forma constante en el desarrollo de una marca.

El mercado digital se compone de dos herramientas complementarias: el activo, que viene siendo el sitio web de la compañía, y los medios, que son las redes sociales escogidas para publicitar los productos ofrecidos. En este punto, vale la pena aclarar que, aunque ambas son importantes, la web lleva la delantera, pues esta es la oficina digital de la empresa, en donde nace el negocio.

De igual manera, la página web tiene sus propios ingredientes esenciales:

1. Mensaje claro de quiénes somos, qué hacemos y qué propuesta de valor ofrecemos.
2. Información de contacto (ubicación, teléfonos, WhatsApp, etc.).
3. Call to action o llamada a la acción, el cual parte de un análisis previo sobre lo que queremos que haga el usuario.

Otros elementos, como el encabezado, los elementos gráficos y el chat virtual dependen de la personalidad de la marca y de la experiencia que la empresa le quiera brindar al usuario. Este último, puede ser un bot o un asesor en línea. Ambos estarán presentes para resolver dudas, pero con el primero solo se podrán solucionar preguntas generales.

Tras hablarnos de las páginas web, Beto se adentró a las redes sociales y afirmó que “para publicar en redes, primero hay que entender quién es nuestro cliente”, al tiempo que exponía algunas estadísticas vitales para saber qué red social usar.

– En Facebook, el 56% de los usuarios activos son hombres.
– En Instagram, el 57% son mujeres.
– En Twitter, el 68% son hombres.
– En LinkedIn, el 51% son hombres.
– En TikTok, el 59% son mujeres.
– En YouTube, está presente el 72% de todos los que navegan en internet.

Ahora que conoces un poco más del funcionamiento del entorno digital, podrás implementar tu estrategia de manera efectiva. Recuerda escuchar la entrevista completa aquí.

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